Pedro de Cantabria en fuentes primarias
«Pedro Duque de Cantabria» según la Crónica Albeldense y la Crónica de Alfonso III (s. IX)
Según la versión Albendense (XV.3): “Adefonsus, Pelagii gener, regnavit annos XVIIII. Iste Petri Cantabriae ducis filius fuit…”
Entre los reinos de Egica y Witiza y hasta sobrevenir la invasión musulmana del norte de Hispania y el ataque de Tarik en el 712 a la fortaleza de Amaya, Cantabria està bajo el mando de Pedro, el «Duque de Cantabria». En ese tiempo, tiene lugar el final del reino hispanovisigodo de Toledo.
El recuerdo del Dux, y más importante, considerado como un último representante de la estirpe de los godos, fue repetido, generalmente unido al nombre de Cantabria, una y otra vez en muy diversos textos durante toda la Edad Media.
«Pedro, Princeps militiae» comandante supremo del ejercito visigodo con Egica y Witiza (s. IX)
El la Sebastianense, Capitulo 13 :
Post Faffilani interitum Adefonsus successit in regnum, vir magnae virtutis filius Petri ducis, ex semine Leuuegildi et Reccaredi regum progenitus; tempore Egicani et Uitizani princeps militiae fuit.
La primera mención de este personaje nos la da la Crónica Albeldense en el siglo IX en época del rey ovetense Alfonso III, terminada en esa época, al indicar que Alfonso (Alfonso I rey de Cangas de 739 a 757), casado con hija de Pelayo, fue «hijo de Pedro el Duque de Cantabria» y sobre todo «Princeps Militiae» con los dos últimos reyes visigodos antes de la invasión. Un papel importantísimo que le sitúa como máximo defensor de Hispania en caso de ataque militar de una potencia extranjera. Sin embargo no hay noticias de él después de la invasión porque se proclama rey su abuelo Achila en 710 y durante los 3 años de la conquista de Tarif y Musa, tiene toda la probabilidad de encontrarse con su abuelo luchando si no ha muerto antes en combate.
«Pedro Duque Cantabriensis» y «Pedro de los Cántabros» en la Crónica Silense (s. XII)
En la «Crónica Silense», del siglo XII, la genealogía prestigiosa de Pedro Duque de Cantabria, que ya había sido mencionada en las crónicas ovetenses del siglo IX al citarse a su hijo, el rey de Cangas Alfonso I, es recogida y «usurpada» por el Silense para vincularla ennoblecedoramente a los antepasados varones pamploneses del rey de León y Castilla Alfonso VI (1030-1109). Este rey ocupaba el trono de unos territorios cuyo nacimiento se remontaba, en último extremo, hasta los príncipes o reyes cangueses. El Silense (llamado así por pensarse que la crónica fue escrita por un monje del Monasterio de Silos) parece querer «acomodar» al rey Alfonso VI en la genealogía prestigiosa que va unida al nombre de Cantabria y que ciertamente correspondía al área leonesa-castellana que gobernaba, pero «fundiéndola» con la genealogía de sus antepasados varones pamploneses, ciertamente entroncados desde antiguo pero por vía femenina con la realeza y la más alta nobleza asturiana, leonesa y castellana.
Como hacen también algunos otros cronistas medievales posteriores, vincula erróneamente sucesos del área cántabra de época de Pelayo con el área riojana, repitiendo lo ya sabido sobre Alfonso I el Católico —un rey cangués— diciendo que es «hijo de Pedro Duque cantabriensis» y lo de que provenía de la estirpe del rey godo Recaredo pero introduciendo ese neologismo «cantabrinenses» (un derivado del nombre de Cantabria), con el que él y algunos cronistas citan a los cántabros cuando los «trasladan» al área riojana.
Nombrará una segunda vez el Silense a Pedro al referirse a Fruela, el hermano del citado rey Alfonso I, al indicar también que «Froila» era hijo del Duque «Pedro de los cántabros». Y aún lo citará una tercera vez al empeñarse en conectar al rey pamplonés García (García Sánchez el Trémulo, 994-1000), como descendiente de Pedro: «García con origen en el noble Pedro duque cantabrinense».
«Pedro el Duque Cantabriensis» en el Chronicon de Lucas de Tuy (s. XIII)
Más adelante, en el siglo XIII, también lo recordará una cita del «Chronicon Mundi», de Lucas de Tuy, «el Tudense», copiada del autor anterior, al referirse a «Alfonso el Católico hijo de Pedro duque cantabriensis».
«Pedro Duque de Cantabria» y el Ducado de Cantabria en «el Toledano» (s. XIII)
De igual manera, en ese mismo siglo XIII se cita a Pedro en el «Rebus Hispaniae» del navarro y arzobispo de Toledo Rodrigo Ximénez de Rada, «El Toledano».
El «Rey Pedro» en una novelación de la Crónica del Moro Rasis (s. X-XIV)
En la «Crónica del Moro Rasis», obra traducida del árabe al portugués a comienzos del siglo XIV y posteriormente del portugués al castellano, pero que se remite al Ajbar muluk al-Andalus, texto sobre España compuesto en la primera mitad del siglo X por Ahmad ibn Muhamad ibn Musa al-Razi (889-955), se introduce un pasaje en el que creemos ver los ecos de un recuerdo novelado sobre el poderoso Dux Pedro.
Además, indirectamente permitiría relacionarlo con Amaya, la gran fortaleza atacada por Tarik en la que obtuvo un gran botín y de la que también se habla en otra parte de esa misma obra.
Uno de los recursos para la novelación que vemos en la obra de Rasis, que también utilizan algunas otras crónicas como, por ejemplo, la de Alfonso X el Sabio.
